Falsos feminismos, 2019. |
La fotografía recoge la imagen de una performance destinada a ser pieza fotográfica donde se aborda el tema de las políticas de igualdad de género y su escasa eficacia. El tema me resulta especialmente relevante, dado mi interés en cuestiones relativas a la identidad, el género y las desigualdades entre hombres y mujeres que se dan en la sociedad patriarcal. La obra propone una reflexión sobre la escasa aplicación de las políticas en materia igualdad dentro del mundo empresarial y el techo de cristal que separa a las mujeres de los puestos de poder. En España, en los últimos doce años, desde que se publicó la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, la realidad queda lejos de aquellos propósitos legislativos que pretendían abordar la desigualdad existente, pero sí ha servido para colocar en el centro del debate social la flagrante situación. Dicha ley orgánica pretendía abordar la brecha existente no solo en los organismos públicos, sino en cualquier otro ámbito social, haciendo hincapié en las empresas privadas y dentro de estas, en sus consejos de administración. Además, en sus Principios generales se establecía la obligatoriedad por parte del Gobierno de elaborar un informe periódico sobre el conjunto de sus actuaciones en relación con la efectividad del principio de igualdad entre mujeres y hombres, así como la creación de planes estratégicos de igualdad de oportunidades. De manera que no solo se trataba de crear normas que propiciaran la igualdad de oportunidades, sino que dadas las dificultades sociales que presentaba su aplicación, este informe resultaba especialmente relevante para observar las carencias. A nivel internacional, desde ONU Mujeres, se elaboró en 2018 el informe Hacer las promesas realidad: La igualdad de género en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, donde se ponía de manifiesto la importancia de las políticas, programas e inversiones sensibles al género como base para el desarrollo y el progreso de las sociedades. De este modo, observamos que, si bien la legislación en materia de igualdad existe, de iure, su aplicación de facto es muy diferente y en numerosas ocasiones empresarios y dirigentes políticos se disfrazan de feminismo porque lo exige la normativa, mientras sus actuaciones empresariales y gubernamentales continúan sin evolucionar. Por su parte, desde los movimientos feministas actuales se sigue reivindicando a nivel internacional una paridad real entre géneros y que los derechos de las mujeres se consideren derechos humanos inapelables. Partiendo de este contexto sociopolítico he creado la obra en la que se aborda cómo desde el poder político y empresarial dominado por hombres se crea un techo de cristal para las mujeres, al tiempo que ese mismo poder patriarcal que no las deja avanzar se disfraza de feminismo mientras sigue imponiendo sus autoestablecidos privilegios en detrimento del beneficio social global. Las personas que han participado en la realización de la fotografía pertenecen en su vida laboral a los colectivos sobre los que he planteado la reflexión. El hombre trabaja en un organismo oficial de la Comunidad Autónoma del País Vasco dirigiendo un grupo de trabajo, y la mujer, aunque actualmente trabaja de forma autónoma en su consulta médica, durante mucho tiempo lo hizo en el Ministerio de Salud de Perú. En ambos casos, han querido participar en el proyecto a fin de ahondar en la reflexión planteada sobre las políticas de igualdad, su aplicación real y su deseada evolución. |
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