Alea iacta est, 2022. |
Se dice popularmente que cuando en torno al 11 de enero del año 49 a.C. las tropas de la Legio XIII Gemina con Julio César al mando cruzan el río Rubicón, es decir, la frontera entre la Galia cisalpina e Italia, dando así comienzo a una cruenta guerra civil que obligaría a Pompeyo a retirarse a Grecia y a Oriente, el mandatario pronunció las palabras alea iacta est (la suerte está echada). La fragilidad de la salud de la artista a finales de 2021 se vio complicada con una infección por COVID-19 en los últimos días del año. Un proceso que dado su estado de salud previo la llevó a estar varios meses en cama recuperándose de las secuelas que la infección había dejado. Su sistema neurólógico se había visto afectado y tenía problemas para mover algunas partes de su cuerpo. Esta obra nace como parte de los ejercicios de recuperación que hizo para volver a tener destreza manual. Creó multitud de personajes que montaba y desmontaba con las mismas piezas, pero estos dos personajes sobrevivieron a los demás y los guardó en un armario. Cuando ya recuperada volvió a verlos, tomó conciencia de lo que esas piezas habían supuesto en su recuperación y cómo en el momento en que fue consciente de la infección por COVID-19 sabía que el camino que la esperaba para atravesar la enfermedad y sus consecuencias probablemente no sería fácil. |
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