Esta instalación se ha realizado en un baño sobre el que se han colocado cadenas doradas alrededor de grifos y parte de los sanitarios, de manera que no pueden usarse de la forma habitual, pero, a cambio, el espacio tiene un brillo del que antes carecía. El hecho de colocar cadenas sobre los grifos al tiempo que se rodean los sanitarios con las mismas supone añadir más metal sobre las zonas metálicas de los sanitarios, pero este nuevo material impide su uso. Hasta ahora, los grifos y el mecanismo de la cisterna eran los elementos clave para poder usar el agua en ese espacio, ahora las cadenas que bloquean los grifos y la cisterna impiden su funcionamiento. Si el mecanismo metálico de los grifos favorecía un uso consciente del agua, ya que permitía abrirlos y cerrarlos, ahora el exceso de metal alrededor de los mismos impide cualquier movimiento.